Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Pobreza
Pobreza

Humedales del Ozama: entre la belleza de la naturaleza y las injusticias sociales

Cerca de un lugar paradisíaco, la pobreza presenta su peor cara

La desarmonía entre la exuberancia de los Humedales del Ozama y la tétrica situación de abandono en que viven los habitantes de las comunidades que lo circundan es el contraste que de inmediato salta a la vista desde que se visita la comunidad La Ceiba, en La Victoria, del municipio Santo Domingo Norte.

Ricos en belleza natural y pobres en servicios, las comunidades de Cabón, La Ceiba, Rancho Arriba, Los Mambrú, Santana, El Ocho y otras han vivido de espalda al progreso durante años y aunque parezca contradictorio, miles de extranjeros acuden cada año a disfrutar de los atractivos de uno de los más llamativos parques humedales del país.

Al dejar la asfaltada carretera de La Victoria y entrar por la calle principal de Barrio Nuevo, lo viejo parece reinar: la vía principal es de tierra, con grandes hoyos que se llenan de agua cuando llueve y cuando la sequía aprieta entonces es el polvo lo que “come” la gente de manera permanente cada vez que pasa un vehículo por el lugar.

Aquí la contradicción se replica porque aunque la calle principal está totalmente abandonada, las de los laterales están asfaltadas y señalizadas. Es que las autoridades se marcharon y dejaron el trabajo a medio talle, sin el asfaltado de unos 12 kilómetros de carreteras que comunica a los humedales.

Vergüenza sienten pobladores cuando ven los safaris cargados de extranjeros que transitan en medio del polvo para ir a los humedales, y como se pregunta Narciso Moreno, presidente de la Junta de Vecinos Luz Divina de Barrio Nuevo, “es que no hay dolientes”.

“El pasado gobierno creíamos que nos las iban a arreglar todas (las calles), eso fue lo que nos prometieron, entonces lo que hicieron fue que, como quieran los votos y no se dio, entonces se fueron y nos la dejaron en estas condiciones, después vinieron que supuestamente nos las iban arreglar, duraron como 15 días y volvieron y se fueron”.

Indica que cuando llueve el barrio es un desastre, por lo que hay que declarar la zona en estado de emergencia por el mal estado de las calles porque tampoco tienen agua y para poder vivir tiene que comprar tanquecitos a 200 pesos diarios a los camiones.

Cuenta que a comunidades como Los Castillo y La Ceiba hace más de 20 años que no le llega agua. Un viejo tanque en una bifurcación da la bienvenida al olvidado poblado de La Ceiba. Tampoco se recoge la basura con eficiencia y a la entrada de los humedales se ha formado un vertedero que algunos buenos samaritanos las recogen.

El único parque que existe en la comunidad está totalmente abandonado, sin luces, la estructura sin pintar, sin bancos, los columpios no sirven y la verja perimetral rota. Santo Eleuterio apela a la generosidad del director del distrito municipal de La Victoria, Miguel Antonio Saviñón (El Gringo).

Afirma que es el único lugar de socialización que tienen, donde pueden llevar los niños a recrearse, pero que en las actuales condiciones son pocos los que lo visitan por las malas condiciones en que está.

Otro de los problemas es el desempleo, la gente no haya donde trabajar y los pocos que lo pueden hacer se encuentran con personas que intentan despojarlos de los terrenos que legalmente han adquirido.

Juan Santo Beltrán, era guarda campestre durante el gobierno del fenecido presidente Joaquín Balaguer, en los años 90, les entregó 100 tareas para repartirlas entre agricultores de la zona a razón de 60 tareas por persona, pero desde hace tres años una persona identificada como Richard Mendoza les destruyó los cultivos y le pasó un gredar, pero también responsabilizan a un diputado de supuestamente querer adueñarse de los terrenos.

“Los terrenos entregados a través del Servicio Social de Iglesias, estaban sembrados de yuca, de plátano, batata, cacao. En los gobiernos de Hipólito, de Leonel nadie tocó esto, pero vino el gobierno de Danilo y ese señor vino con 20 guardias, esto estaba sembrado de plátanos, aguacate y había viejos que se mantenían de esto en los bateyes, vino ese hombre y nos la quitó, pero nosotros no salimos de aquí tendrán que matar a muchos porque esta tierra es de nosotros”.

Presentaron documentos del Consejo Estatal del Azúcar que le asigna parte de los terrenos a varios de los reclamantes.

La otra cara

Como alivio a los conflictos y necesidades sociales de los vecinos, los humedales del Ozama hacen la contraparte, fuentes de paz donde no hay injusticia y la igualdad es el equilibrio. Las aguas dulces y mansas de los cinco lagos y la espesa vegetación, combinada con el cantar de las aves, dan la bienvenida a una especie de paraíso paralelo a la infernal vida de los habitantes en sus alrededores.

Este parque nacional de 48 kilómetros cuadrados es una reserva protegida por el Ministerio de Medio Ambiente, donde conviven diversas especies de la flora y la fauna. Hasta aquí vienen personas de lejos a disfrutar de sus encantos, de la tranquilidad del lugar.

Quienes quieren conocer los humedales se transportan en una pequeña embarcación manejada por un guarda parque, que le da un tour por la zona, explicando lo que sabe sobre los atractivos. Son aguas mansas, sin corrientes aparentes, pero profundas en algunos lugares, tanto que en varias partes no se ha encontrado fondo.

Cada reservorio tiene su nombre: La Enea, Catalino, La Flamenco, Laguna Elpidio y Manatí y hasta cada uno se tiene acceso. El más extenso es La Flamenco con más de un kilómetro de agua cristalina donde viven numerosas especies. Las aguas de los lagos las aportan los ríos Ozama y Cabón cuando llueve que actúan como contra embalses y por vía subterránea.

El lugar es cuidado celosamente por tres guarda parques que reciben a los turistas internacionales y nacionales que quieren conocer el parque, los ayudan a hacer senderismo. El lugar es ideal para vista en familia, con amigos o solos porque, de acuerdo con los cuidadores, la seguridad está garantizada.

TEMAS -

Licenciado en Comunicación Social por la universidad O&M. Ha ejercido el periodismo desde 1988 en radio, televisión y periódicos.