Psicópatas del dinero

Dos características típicas, no únicas, del psicópata son: narcisismo y falta de empatía. Cuando alguien las usa para hacerse de más dinero, pienso que estamos ante un psicópata financiero.

Tener estas características no es del todo malo. Lo que me pone a pensar es cuando se usan para un fin sin tomar en cuenta que le hacemos daños a otros.

Tomar dinero de fuentes turbias para lograr un puesto en el poder legislativo es una de las acciones que me deja dudando de qué tan responsable es la acción. Aprovecharse del dinero del pueblo para beneficio propio es otra. Tomar dinero de corrupción para ganar las elecciones y estar en el poder es una de las mayores. Criticar una y hacer la otra es de más relevancia aún.

Algunos empresarios de hoy son analizados en diversos estudios. Es aterrador ver sus dotes narcisistas, entre otras características de este comportamiento está la de una excesiva necesidad de atención y admiración, lo que los lleva a querer cada vez más, a toda costa. Los empleados son exprimidos al máximo, y sin miramientos. Lo que muestra su poca empatía por los humanos menos cercanos... otra característica del psicópata.

Ya escribí aquí en el 2014 un artículo que llamé Psicópatas Empresariales. En él abundé en este caso. Cada día más comprobado por estudios recientes.

En las personas individualmente también podemos ver cómo algunos requieren cada vez más atención del mundo exterior a ellos. Tener el mejor auto, el teléfono móvil de última tecnología, la cartera más costosa, etc. Buscamos admiración.

Combinar esto con falta de empatía puede ser peligroso. Nos hace ver algunas cosas como normales. ¿El dinero del narcotráfico y la corrupción no es tan malo? No vemos más allá de nuestras narices.

La falta de oportunidades de un pueblo que su dinero se va al bolsillo de unos cuantos empoderados termina siendo muy tóxica. Algunos no pueden progresar, retrasando el crecimiento y desarrollo de la gran mayoría. Otros deciden delinquir, porque la corrupción les da el permiso a otros de formar sus propias estructuras delictivas para perpetuarse.

El dinero del narcotráfico es un gran ejemplo: algunos saben que no es posible que esas personas tengan ese capital tan extenso de manera bien habida. Cierran un ojo y los ayudan a lavarlo. ¿Pensarán que mientras no haya forma de vincularlos estará todo bien? Por el otro lado muchos convirtiéndose en adictos y destruyendo sus cerebros. Convirtiéndose en enfermos y algunos delinquen, lo que nos termina afectando directamente.

Querer y buscar más es bueno, aumentar nuestra zona de confort para vivir mejor. Pero las consecuencias de nuestras acciones no pueden dañar a otros. Somos parte de una élite, la raza humana. Mantener y mejorar la sociedad es una tarea de todos, perpetua y titánica.

Diego Sosa

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Conferencista, consultor, coach y escritor con 20 libros publicados. Dirigió por 10 años una de las empresas del Grupo Siemens en Argentina, Brasil y Alemania.