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Pequeños duelos

La pandemia aceleró procesos y rupturas, que no por esperadas, dolieran o sorprendieran menos

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Pequeños duelos
La vida es un camino con paradas, trazos curvos y muchos baches. (SHUTTERSTOCK)

De acuerdo con el diccionario, el duelo es un proceso interno que se produce ante la pérdida de una relación afectiva, pudiendo ir desde la pérdida de un trabajo, un cambio de residencia, la ruptura de una relación, hasta la muerte de un ser querido. El duelo, de alguna manera, implica separación y dolor.

Debo confesar que en estos últimos meses he sentido pequeños y grandes duelos. La pandemia aceleró procesos y rupturas, que no por esperadas, dolieran o sorprendieran menos. Muchos negocios establecidos y emprendimientos en ciernes tuvieron que cerrar arrastrados por la crisis económica que nos dejó el Covid.

Por si eso no fuera lo suficientemente grave, para poder adaptarse y sobrevivir, los afectados tuvieron que cambiar a sus hijos de colegio, vender propiedades, mudarse a un nuevo sector. Todo eso implica separaciones muchas veces dolorosas que, por el breve espacio de tiempo en que ocurrieron, requirieron de mucha fortaleza mental y espiritual para no flaquear. Muchos han visto a sus hijos modificar bruscamente su comportamiento y lidiar con cuadros de ansiedad y depresión.

Conocidos y personas queridas enfermaron con el virus, teniendo que aprender a vivir con secuelas casi permanentes. Otros, lamentablemente fallecieron por diferentes causas. Ha sido un año y medio muy difícil en todos los sentidos para la gran mayoría de la gente.

También ha habido momentos para celebrar. Siempre hay esperanzas y de todas las grandes crisis han surgido grandes oportunidades. Muchos empleados de toda la vida encontraron el tiempo y el espacio para convertir una afición en una actividad que les deja beneficios y enriquece su tiempo libre. Las familias, forzadas a la convivencia, tuvieron que encontrar maneras de resolver conflictos y fortalecer lazos.

Con la vuelta paulatina a la normalidad y reaccionando a la experiencia pasada, también han venido cambios. Gente que conozco y aprecio, ante la incertidumbre, tomaron decisiones para intentar mejorar su futuro. Que han entendido que la vida se compone de ciclos y que hay momentos en que lo más saludable es romper y avanzar. O intentar algo nuevo, sobreponiéndose al temor.

Mucha gente entendió que un virus microscópico puede cambiar todos los planes y decidieron no guardar nada para después. Decidieron que la vida en sí misma es una ocasión especial y que cada minuto cuenta. Celebrar con las copas que nunca se sacaban del estante y la vajilla fina de las visitas que nunca llegaron.

En las últimas semanas me he estado despidiendo de compañeros muy queridos. Gente a la que veía más que a mis hijas y con los que compartía, al margen del trabajo, tiempo de calidad y amistad sincera.

La pandemia les hizo crecer las alas para volar más lejos y con rumbo propio. Quemaron sus puentes sin saber si les irá mejor o peor, pero decidieron darse la oportunidad de cambiar, de intentar nuevos retos y aprender cosas nuevas.

Los he despedido con pequeños duelos, pero con profundo agradecimiento en el corazón. Conozco lo que valen como personas y profesionales. Sé que donde quiera que vayan harán la diferencia y mejorarán los resultados. Así de buenos son.

Para los que nos quedamos, el temor a lo desconocido puede que por un momento nos provoque sentimientos de egoísmo, pero luego recordamos que nuestros destinos se cruzaron en un cambio y que les asiste el mismo derecho a progresar y a vivir en sus propios términos, aunque eso implique equivocarse.

La vida es un camino con paradas, trazos curvos y muchos baches. Aceptar que algunas personas te acompañarán por un tiempo y que otros tomarán una bifurcación para seguir solos o en compañía de alguien más, es una realidad con la que tenemos que lidiar todos los días. Recordar con amor y agradecimiento el tiempo andado juntos y bendecirlos en su nuevo camino nos libera, nos permite aceptar mejor las separaciones y vivir nuestros pequeños duelos.

TEMAS -

Comunicación corporativa y relaciones internacionales. Amo la vida, mi familia y contar historias.