Reino Unido frena la ley para deportar inmigrantes a Ruanda

La Cámara alta británica tumbó la ley de las deportaciones a Ruanda del primer ministro Rishi Sunak. Un duro revés a su gobierno con el que el debate se aplaza hasta mediados de abril, con lo que también se aplazan los potenciales vuelos con migrantes hasta al menos junio.

Una de las políticas emblemáticas del gobierno británico de Rishi Sunak es enviar a sus solicitantes de asilo a Ruanda, donde se tramitarán sus demandas.

La cámara alta británica, la Cámara de los Lores, ha tumbado el proyecto de ´ley de Ruanda´ para poder enviar a los ilegales que pidan asilo a Reino Unido, de vuelta a este país africano, mientras dilucidan su petición. La ley había sido aprobada en la cámara baja, pero la Cámara de los Lores ha impuesto siete enmiendas que ahora deben votarse de nuevo en la Cámara de los Comunes.  En general, las decisiones tomadas en una cámara deben ser aprobadas por la otra.

Esta votación tendrá lugar después de Semana Santa, a mediados de abril, y los vuelos con deportaciones se demorarán hasta junio por lo menos por los trámites que requieren. Es un duro golpe para Sunak porque esta es una política clave para los conservadores que pretenden acabar con la llegada de inmigrantes ilegales desde Francia en barcas y había prometido que en primavera estarían funcionando los vuelos.

Esta propuesta de ley pretende impedir que Estrasburgo detenga la expulsión de solicitantes de asilo al país del este de África. La propuesta es ya de por si una suavización de la antigua ley declarada ilegal por el Supremo británico, suavización que no gustó al ala derecha de su partido.

Sunak deberá hacer ahora más concesiones en un momento delicado para él porque su partido se está planteando reemplazarlo como primer ministro para poder tener opciones de cara a las elecciones que se convocaran este año.

Expulsar a Ruanda a los inmigrantes que llegaron de forma irregular

El gobierno conservador planea, desde hace casi dos años, expulsar a Ruanda a los inmigrantes que llegaron de forma irregular, un proyecto muy controvertido y condenado por diversos estamentos, incluida la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Para el primer ministro, Rishi Sunak, se trata de "una prioridad nacional urgente", con la necesidad de ganar votos ante la perspectiva de unas elecciones legislativas este año, aunque todavía sin fecha, en las que los laboristas son colocados como favoritos, según los sondeos.

Pero hasta ahora ningún avión con inmigrantes ha despegado hacia Ruanda.

El 13 de marzo el portavoz del Ministerio del Interior, precisó que 19,000 personas "fueron expulsadas voluntariamente del Reino Unido" el año pasado, sin especificar de dónde venían, hacia dónde iban y por qué se encontraban de forma irregular.

El nuevo acuerdo con el gobierno de Ruanda afectaría a inmigrantes cuya solicitud de asilo ha sido rechazada y, por lo tanto, ya no pueden permanecer en Reino Unido, pero tampoco regresar a su país de origen por problemas políticos.

Según The Times, los inmigrantes podrían recibir hasta 3,000 libras por aceptar irse a Ruanda de forma voluntaria.

Con ese nuevo acuerdo, recibirían apoyo de las autoridades ruandesas por un período de hasta cinco años, en particular en el tema de la vivienda.

El gobierno británico insiste en que Ruanda es un país "seguro", pero varios grupos de derechos humanos acusan al presidente Paul Kagame de gobernar en un clima de miedo, reprimiendo a la disidencia y anulando la libertad de expresión.

RFI

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