Las niñas no tienen tanta suerte

La educación preescolar ha sido por décadas la cenicienta de la educación dominicana. Y ahí empezaba la brecha, la real. No solo digital. Porque esos años iniciales se han demostrado, de acuerdo con los especialistas, cruciales para el desarrollo psicosocial de los niños.

Las familias que pueden pagar envían a sus pequeños alumnos a centros donde los programas de estimulación infantil son cada vez más especializados. Se acabó eso de que “solo van a jugar”. Sí, juegan; pero con método.

Hay que reconocer a gobiernos anteriores un verdadero empeño, y éxito, en extender esta etapa de la educación a las clases más populares.

Ahora la pandemia ha trastocado este impulso. No son solo los estudiantes universitarios los que ven truncados sus planes, los de bachillerato mermada su educación en el tramo final o los de primaria y secundaria abocados a un aprendizaje deficitario si no se toman medidas urgentes y severas.

La educación preescolar también se ha resentido... y de acuerdo con un estudio del Ministerio de Economía, las más afectadas son las niñas. Ellas, que ya han dado muestras más que contundentes de que quieren estudiar, ellas que son mayoría en las universidades y que además son las que mejores notas sacan. Ellas, que estudian lo que quieren y que en el estudio tienen la mejor herramienta contra la pobreza y los embarazos adolescentes. Ellas, que cuando estudian son el soporte de su familia y la palanca que rompe el círculo de la pobreza. Ellas, cuya educación es la mejor inversión de cualquier familia. Ellas deben empezar bien.

Ojo a eso... es un dato terrible.

Inés Aizpún

Inés Aizpún es una periodista dominicana y española. Actualmente es la directora de Diario Libre. Ha recibido el premio Caonabo de Oro, el Premio de la Fundación Corripio de Comunicación por su trayectoria, y el premio Teobaldo de la Asociación de Periodistas de Navarra.