Román aplicó suspenso a la circunstancia
Si tomaba ese dinero, se haría reo de todas las incosecuencias
Aparece la figura regordeta y bonachona de Hitchcock en medio de la película, y con ese asomo el suspenso se torna risueño.
Así sucede con la Junta, que este fin de semana anunció la entrega de fondos a los partidos, dejando de lado la crispación. Aunque el suspenso no desaparece, sino que entra en otra fase, con mayores posibilidades de realización. La situación era interesante, pero podría ser mejor. La Junta se libraba como las empleadas de los bancos que se tardan mucho: “Aunque no nos sienta, estamos trabajando para usted”.
Rijo quiso tupir a Román, pero Román regordete y bonachón como Hitchcock, aplicó suspenso a la circunstancia.
Presupuesto ponía a disposición del organismo la duodécima parte de la mitad de la suma convenida, con la intención perversa de que cayera en una trampa. No de oso, sino de conejo.
Si tomaba ese dinero, se haría reo de todas las inconsecuencias, y se reduciría su autoridad moral frente a los partidos, que ya no confiarían en su mediación o arbitraje.
Todavía no termina la película ni el suspenso. Pendiente el TSA y una más justa distribución, con la garantía de que la Junta no apelará.