Alimentación complementaria: consejos para iniciarla con tu bebé

A partir de los seis meses inicia el proceso de incluir alimentos a la dieta del bebé como complemento de la leche materna o fórmula para garantizar su correcto crecimiento y desarrollo.

¿Tu hijo se encuentra en esta etapa? Toma nota de estas siete recomendaciones para comenzar con la alimentación complementaria de forma efectiva. 

Usa utensilios adecuados 

Lo ideal es que elijas un plato con tamaño para postre y una cuchara hecha de plástico o silicona para bebés, para evitar que se lastime la boca al comer.

En lugar de un chupi o biberón, opta por un vaso para el agua. Lo aconsejable es que tu bebé tenga sus propios utensilios, los cuales deben ser de materiales que no se rompan para que los pueda manipular por sí solo. 

Ve poco a poco

Al principio es normal que los niños rechacen ciertos alimentos, por lo que hay que insistir y estimularlos a comer. De hecho, puede ser necesario ofrecer entre ocho y 10 veces un alimento hasta que lo acepten.

La clave para tener éxito al darles cualquier nuevo alimento es empezar con pequeñas cantidades e ir aumentando gradualmente cada vez que se lo des. 

Déjalo explorar

Comer es una respuesta a una estimulación sensorial compleja que involucra todos los sentidos. En este proceso de alimentación complementaria, deja a tu bebé sentir, manosear, oler y probar cada uno de los alimentos que le des para que todos sus sentidos se despierten. 

No uses alimentos como premio o castigo

Categorizar alimentos como castigo o recompensa crea una asociación emocional con los alimentos, vinculando emociones positivas o negativas a ciertos tipos de comida. Es importante que desde temprana edad tu hijo conciba los alimentos como fuente de salud y necesarios para su adecuado crecimiento y desarrollo, unos en mayor proporción que otros. 

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No lo obligues 

No hay mejor indicador de cuánta comida es suficiente para tus pequeños que sus propios cuerpos. Si tu hijo te manifiesta que está satisfecho, respétalo y no lo obligues a seguir comiendo.

No le des tanta relevancia a cuánto está comiendo, sino a cómo se está relacionando con la comida, lo que le gustó y los alimentos que debes seguir estimulando a comer. 

Dale solo agua entre comidas

Una vez se inicia la alimentación complementaria, hay que empezar también en consumo de agua, para crear el hábito y ayudar a la regulación del tránsito intestinal, dado que el niño ingiere mayor cantidad de alimentos sólidos. 

Al principio es normal que tome apenas entre una y dos onzas de agua después de cada comida. El consumo irá incrementando en la medida que se progrese en la alimentación y la cantidad de comidas al día. En esta etapa, no debes darle a tu hijo jugos ni mucho menos refrescos. 

No añadas sal ni azúcar

Para los bebés, ninguna comida está desabrida o le falta azúcar, al contrario, cada nuevo sabor es una explosión de sensaciones. Debes limitar el aporte proteico de tu pequeño, ya que los altos niveles de proteína están relacionados con mayores tasas de obesidad a medida que el niño crece.   

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