¿Qué hábitos de la virtualidad se mantendrán (o deberían mantenerse) en la educación presencial?
El regreso a clases presenciales invita a evaluar cuáles hábitos de las clases virtuales hay que mantener
Joan Prats
Desde hace más de un año los colegios y las universidades se las han tenido que ingeniar para continuar impartiendo su currículo académico a pesar de las restricciones causadas por la pandemia del Covid-19, pero a pesar de que pronto los estudiantes tendrán la oportunidad de volver a asistir a clases presenciales este es un buen momento para que docentes y padres evalúen cuáles hábitos adoptados durante la época de las clases virtuales vale la pena preservar.
Un regreso híbrido
Al conversar con Margarita Heinsen, educadora y presidenta de Didáctica SRL, sobre la vuelta a clases y cómo esto implicaría la implementación de un modelo híbrido, la experta deja muy claro que ya que no se puede ni se debe abandonar la tecnología.
“Definitivamente que el regreso a la presencialidad va implicar para el docente, para el maestro, atender a los estudiantes de diferentes formas respondiendo a sus necesidades, ya que han surgido nuevas necesidades y, como nos hemos dado cuenta, las herramientas tecnológicas son grandes aliados, así que continuaremos”, explica Heinsen. “Va a haber estudiantes que se quedarán en casa por diversas circunstancias y razones y tenemos que atenderlos de la misma manera que a los que están en el aula de manera presencial y al mismo tiempo”.
Esto significa que los docentes se tendrán que valer de distintas vías y métodos para no perder la interacción con sus estudiantes y, después de valerse de todas las herramientas y plataformas que se tuvieron que utilizar de manera casi improvisada, está más que comprobado que a través de la tecnología se puede mantener el contacto. Por otro lado, así como los profesores han tenido que encontrar nuevas formas de enseñar, los estudiantes también han tenido que desarrollar nuevas formas para aprender.
“Todo ese componente del juego y la diversión y la gamificación, seguirá siendo fundamental en todo el proceso de aprendizaje ahora en la vuelta a la presencialidad”, expresa la educadora. “Como siempre he dicho, la tecnología seguirá siendo una gran aliada que ofrece múltiples oportunidades para continuar atendiendo a todos los estudiantes en las diferentes situaciones que se puedan presentar”.
Virtual vs. presencial
Cuando inició la pandemia los maestros de distintas áreas académicas tuvieron que movilizarse y actuar de manera rápida para poder dar una respuesta ante esta emergencia y dar continuidad al aprendizaje de los estudiantes en la distancia. Esta inesperada situación causó que muchos docentes recurrieran a repetir los métodos de la clase presencial en la virtualidad, pero por los entornos y modelos y modalidades distintas, esto solo sirvió para comprobar que no funciona”.
“Lo presencial, o sea, el cara a cara, obviamente involucra otros procesos”, explica Heinsen. “Cuando estamos en el aula, estamos interactuando, se comparten experiencias, estamos en un mismo entorno. Cuando estamos en lo virtual cada estudiante está en un contexto diferente y desde un lugar distinto. Se tiene que trabajar de otra manera, la atención es distinta”.
En esta nueva etapa presencial es esencial recuperar esa conexión y el contacto con los estudiantes, además de tratar de responder a esas necesidades individuales. Asimismo, el ambiente de aprendizaje cumple un rol muy importante y no solo se trata del ambiente físico con las butacas y los demás recursos de un colegio o universidad, sino también del ambiente humano y emocional que proporciona una sensación de seguridad y estabilidad que necesitan los estudiantes.
Aun así, ahora con todas las herramientas que tenemos, como los softwares educativos y las aplicaciones, se facilita la tarea de dar seguimiento y ver el avance de los estudiantes, pero el cambio de mentalidad no deja de ser muy importante.
“Tú puedes tener las mejores herramientas tecnológicas, pero si no las utilizas de manera adecuada, si no le das vida, si no involucras a los estudiantes, si el estudiante no le ve sentido a lo que está aprendiendo y no lo pone en práctica, pues estamos en lo mismo”, advierte Heinsen. “Puedo tener pantallas inteligentes y puedo tener los mejores recursos e incorporar codificación robótica, pero si no se le da sentido, si el docente no utiliza las metodologías adecuadas, la tecnología no va a servir para lo que se desea, para ese desempeño, para ese logro de ese perfil del estudiante que queremos y que a futuro tenga todas esas competencias”.
La alianza entre padres y docentes
Otra consecuencia de las clases virtuales es que los padres tuvieron que asumir un papel más activo en la formación académica de sus hijos y así poder apreciar un poco más la labor de los maestros. Ahora, con la vuelta a clases, es importante que no se pierda esa participación de parte de los padres, especialmente en los casos de estudiantes que se mantengan asistiendo a clases virtuales.
“Dependiendo de la edad de cada hijo los retos han sido distintos, pero ahora toca volver a la presencialidad, o al modelo híbrido o a la semi presencialidad, y definitivamente que no podemos como padres soltar ni abandonar el importante rol que seguimos teniendo”, expresa Heinsen. “Para algunos niños y jóvenes será más difícil desprenderse o separarse de los padres después de tanto tiempo en la casa conviviendo mucho más que antes. Los padres deben continuar estando presentes, apoyando a los docentes e identificando todas esas áreas en las que ese niño o ese joven necesita reforzamiento y apoyo”.
Hábitos saludables
Por otro lado, ya sean clases virtuales o presenciales, es necesario no dejar de tomar en cuenta lo importante que es mantener un balance que permita la continuación de hábitos más saludables para los estudiantes. Es cuestión de mantener un balance entre el tiempo que se pase ante una pantalla sin sacrificar los momentos que se pasen al aire libre, realizando ejercicios o simplemente socializando.
“Ahora más que nunca tenemos que priorizar la socialización, la interacción y las relaciones”, agrega Heinsen. “Además, hay que aprovechar el contexto donde se mueven y se sienten cómodos los estudiantes para seguir motivándolos, para seguir integrándolos. Sobre todo, porque, aunque para algunos ha sido más fácil, para otros no lo ha sido tanto”.
Joan PratsEscritor y periodista con más de 10 años de experiencia en las áreas del periodismo y escritura creativa.
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