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Sabiduría del organismo

La pasada semana comentaba la preocupación que tenía porque mi organismo había presentado, lo que consideraba, una importante reducción de anticuerpos producidos por las dos dosis de la vacuna contra el COVID-19, y planteaba, sin un aval científico, que ameritaba la dosis de refuerzo para mantener en alto el sistema inmunológico y así lograr mayor protección contra el coronavirus, en caso de llegar a contagiarme.

El doctor Miguel R. Ureña Hernández, infectólogo y micólogo, me aportó la siguiente información, que considero muy válida para compartir con ustedes; ya que es un reputado especialista de la salud y yo sólo una periodista que nada tiene que ver con ese sector.

“La medición de anticuerpos no es un método aceptado en la medicina moderna como sinónimo de inmunidad. En tal sentido, ninguna autoridad científica competente recomienda el uso de este método para evaluar la posibilidad de una tercera dosis. El sistema inmune del ser humano es muchísimo más complejo que eso, especialmente en lo relativo a las defensas orgánicas contra los virus, pues dependen de otros procesos como la inmunidad celular”, explica.

Y dice más: “En segundo lugar, la reducción paulatina del número de anticuerpos en un paciente después de semanas de haberse colocado su segunda dosis, tiende a descender por necesidad. Esto ocurre, porque la naturaleza funciona bajo un estricto sentido de la economía. Se podría decir que la naturaleza es tacaña por definición. Ningún organismo viviente gastaría recursos energéticos, inmunológicos o de cualquier otra índole, si no se ve en la necesidad de utilizarlo durante un período prolongado”.

Finaliza diciendo: “Lo mismo pasa con el sistema inmune. Las células especializadas en la producción de anticuerpos se almacenan en lugares estratégicos, especialmente la médula ósea, para no tener que producir innecesariamente una cantidad de anticuerpos que no se van a usar en lo inmediato. Por lo tanto, se mantienen circulando niveles muy pequeños de anticuerpos por años para que sirvan de elementos de vigilancia. Ante el intento de agresión del COVID-19, el organismo vacunado responde violentamente sacando a esas células especializadas de sus almacenes y poniéndolas a producir anticuerpos en grandes cantidades”.

Gracias por la buena noticia. Valoro muchísimo al doctor Ureña Hernández, por el tiempo y paciencia que se tomó en edificarme al respecto.

Profesional del periodismo egresada de la UASD. Cuenta, además, con un Postgrado en Relaciones Públicas, de la UCSD; y una maestría en Mercadeo, de la PUCMM.